viernes, 18 de marzo de 2011

Gastronomia

Tiene elementos que la emparentan con la cocina gallega, normanda y bretona. El plato más conocido es la fabada, potente guiso hecho con fabes, una variedad de judía blanca o alubia, acompañadas por chorizo, morcilla, lacón y tocino. Esto se sirve aparte y se conoce con el nombre de compangu. Además destaca la variedad de pescados frescos y mariscos del cantábrico y la calidad de su carne de ternera y de buey.
Existen más de cien variedades distintas de excelentes quesos artesanos, de los que el de cabrales es el más popular y cuenta con denominación de origen. Si se prefiere un postre dulce, lo más tradicional es el arroz con leche y les casadielles (un tipo de crepes rellenas de una mezcla de frutos secos como nuez, almendra o avellana, previamente triturados, mezclados con azúcar y regado por anís) bien fritas o al horno.
La bebida asturiana por excelencia es la sidra, cuyo proceso de elaboración y formas de consumo se han integrado totalmente en la vida social de Asturias. Con sus pocos grados de alcohol, entre cuatro y seis, la sidra alegró y alegra romerías y reuniones y sigue desempeñando en chigres y espichas el indiscutible papel de bebida típica de Asturias. En los últimos años han aparecido, con notable aceptación, las sidras de nueva expresión y la esperada denominación de origen.
Menos integrado, pero no menos importante, en el occidente también es típico el vino que se produce en esa zona como por ejemplo el vino de Cangas del Narcea, aunque Asturias no tiene ninguna denominación de origen de vinos.

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